El tratamiento depende de la severidad del problema. En casos iniciales medicamentos tópicos y cuidados generales pueden solucionar el problema.

El tratamiento quirúrgico esta indicado ante episodios repetidos de infecciones y casos que no ceden al tratamiento medico. La cirugía consiste en la extirpación de la uña enterrada y destrucción de la matriz ungueal (matricectomía), lo que resulta en el estrechamiento de la uña llevándola a su forma original para evitar el traumatismo repetido de la piel periungueal.

El tratamiento oportuno puede evitar la progresión del problema desde una condición leve a una severa. Por lo tanto, al primer signo de inflamación o dolor en las uñas es importante consultar al dermatólogo.

La cirugía dermatológica consiste en la extirpación de lesiones cutáneas (benignas y malignas) y la posterior reconstrucción del defecto resultante mediante la aplicación de técnicas quirúrgicas específicas de la cirugía dermatológica.

El tratamiento es individualizado y depende del tipo, tamaño, localización y condiciones generales del paciente. En general, se puede realizar bajo anestesia local. Hay varias técnicas: la extirpación al ras de la lesión (técnica de shaving o afeitado), biopsia incisional (fragmento de la piel afectada) o la exéresis completa (incluyendo una pequeña parte de piel sana para evitar que la lesión vuelva a salir) y cierre de la piel con puntos de sutura.

Es importante que todas las lesiones extirpadas sean evaluadas previamente por un experto en enfermedades de la piel (dermatólogo), ya que hay lesiones malignas que simulan lesiones benignas a nivel cutáneo y viceversa.

La criocirugía es el proceso de destrucción controlada de lesiones de la piel por medio de congelación con nitrógeno líquido, a una temperatura de frío extremo (< 196 ºC). El objetivo de la criocirugía es eliminar una lesión cutánea o erradicar un tumor benigno o maligno mediante un agente de congelación y un equipo que permita su aplicación.

La criocirugía requiere poco tiempo y suele realizase dentro de la cita con el dermatólogo. El tratamiento consiste en aplicar el nitrogeno líquido a la lesión mediante pulverización (spray). Las lesiones de piel pueden ser tratadas en una única sesión, aunque algunas requieren varios tratamientos. El procedimiento es rápido y seguro.

El principal objetivo del tratamiento de cáncer de piel es la destrucción y eliminación de las células tumorales (eliminar el cáncer), seguido de preservar la funcionalidad y cosmética del área afectada.

La decisión sobre el tipo de tratamiento debe ser realizada durante la visita al dermatólogo, quien recomendará el tratamiento de elección según el tipo y el estadio del cáncer de piel de cada paciente.
La realización es diferente según el tipo de tratamiento. En general todos son procedimientos de un día, que no requieren hospitalización. Sin embargo durante la visita al dermatólogo nos encargaremos de explicar paso a paso el procedimiento a realizar.

Las cicatrices pueden ser producidas por diversos procesos patológicos (acné, varicela, úlceras cutáneas), accidentes, traumatismos (con o sin pérdida de tejidos), quemaduras o bien intervenciones quirúrgicas previas.

Existen diversos procedimientos que consiguen minimizar la visibilidad de una cicatriz. Las cicatrices anormales como son las queloides e hipertróficas son tratadas mediante procedimientos antiproliferativos (esteroides intralesionales, parches de silicon, criocirugía, láser, radioterapia etc), lo que detiene el crecimiento desmedido de las mismas.

En dermatoplastika contamos con diversas terapéuticas para mejorar la apariencia de las cicatrices ya sean de evolución normal o anormal (queloides e hipertróficas). Es necesario ser evaluado previamente para identificar el tipo de cicatriz e indicar el tratamiento adecuado e individualizado.

El acné que no es tratado a tiempo puede dejar secuelas importantes como cicatrices y manchas hiperpigmentadas (obscuras). Las cicatrices de acné más frecuentes son aquellas en las que existe una pérdida de tejido (depresiones en la piel) pero también podemos ver cicatrices hipertróficas y queloides en pacientes que han padecido acné.

El tratamiento de las cicatrices de acné incluyen peelings químicos, microdermoabrasiones, láser, luz intensa pulsada, entre otros. Siempre que planees realizarte un tratamiento para el acné y sus secuelas es importante que acudas con médicos certificados en el área para integrar un diagnóstico y tratamiento específico.